Desde un tiempo, soy fan incondicional de Antonio Manzanera. Lleva cuatro novelas y de momento, todas las que me he leído suyas, no me han defraudado. Además, es un autor versátil que cambia fácilmente de época y temática, con una característica común, hacer historias entretenidas y muy bien escritas.
Así que no esperaba menos de su nueva novela, “El asesino del acantilado”, y la verdad es que tampoco me ha defraudado.
En este caso, diría que se trata de tres mini novelas en una. Tres historias bien delimitadas que te desvelan un crimen de la forma más particular posible: comenzando por el final.
De esta manera, se nos presenta a Cheney Moore, un particular detective con escaso éxito, que tendrá que asumir un caso de un ex convicto que ha sido asesinado nada más salir de la cárcel.
La historia se pone interesante cuando Moore descubre que ese asesinato se ha producido por tres millones de dólares del robo de un banco que aún no han sido localizados, algo que despierta aún más su interés descuidando el hecho de que con tanto dinero de por medio, muchas cosas podrían salir mal.
De esta manera, comenzará una novela detectivesca que nos llevará por Los Ángeles entre los años 1977 y 1984 con mucho diálogo y capítulos cortos que nos obligaran seguir con la historia hasta la última página.
Con “El asesino del acantilado” tengo que decir que lo más particular de la historia no es el hecho de la investigación, el robo del banco, los líos a los que se tiene que enfrentar un detective americano privado en los años 80 sino la construcción de la propia novela.
Empieza con el caso y la investigación, después nos adentra en los años previos y la gestación del crimen y finalmente, nos cuenta el comienzo y las raíces de lo que ya sabemos que ocurrió con el final de la primera parte de la historia. Una forma particular que te desencaja en un principio pero que te hace seguir leyendo.
Al leer la novela, me ha hecho pensar en un dossier policial en el que vendrían narrados los hechos sobre un caso con una línea temporal y en la que cada detalle importa para comprender lo que sucedió. Además, en esos informes, siempre se empieza con lo más reciente para volver a contarte los antecedentes de los hechos.
Así que sí, debo decir que Manzanera ha vuelta a sorprender. Una historia totalmente diferente a las demás que nos acercará al mundo judicial y detectivesco de los Estados Unidos de los años 80, pero también al sistema penitenciario de esa época y en el mundo de la mafia.
Una novela completa, entretenida y que con su particularidad se distingue de todo lo que nos ofrece el mundo editorial en la actualidad. Sí es novela negra, sí es novela policíaca, pero también es una historia que le gustará a cualquier persona que disfruta de la buena literatura.
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