Reseña por Nikolay Yordanov
Hace unas semanas tuve la oportunidad de ver la película Blackwood, dirigida por el español, Rodrigo Cortés, y protagonizada por Uma Thurman. Tras saber que se basaba en un libro de Lois Duncan (publicado por la editorial Nocturna), no pude resistirme a leerlo en cuanto tuviese la oportunidad (primeras páginas y más sobre la novela aquí).
La novela empieza con la llegada de Kit Gorty a un colegio muy especial en el que ha sido admitida tras realizar múltiples pruebas de aptitud. Un colegio con tan solo cuatro alumnos y dirigido por Madame Duret, una mujer muy misteriosa y con un prestigio incuestionable en otros colegios de Europa, antes de trasladarse a Estados Unidos.
Además de las pocas alumnas, hay tan solo tres profesores. Está el hijo de Madame Duret, Jules, que se encargará de dar música, el profesor Farley que dará Matemáticas y Ciencia y la propia Madame Duret, que les dará Lengua, Literatura y Arte.
A esto le tenemos que añadir Blackwood Hall, el lugar en el que se desarrollarán las clases, una mansión enorme e imponente, con muchas historias y rumores sobre el incendio que calcinó hace años esas mismas paredes. Este escenario ya nos adelanta que vamos a entrar de lleno en una historia de misterio y miedo.
Desde los primeros días de clase, Kit y las otras tres alumnas empezarán a experimentar sensaciones muy extrañas en sueños y comenzarán a sentir que la propia mansión les está trasformando. Visiones extrañas, voces perturbadoras y pesadillas incesantes serán solo algunas de las cosas con las que tendrán que lidiar las chicas internadas en el colegio.
Empezando por el principio, puedo decir que la historia despierta tu curiosidad desde el mismo comienzo. Ya desde las primeras páginas tienes ganas de conocer más lo que hay entre las paredes de Blackwood. La oscuridad, las voces, los espejos, las cerraduras y los sueños serán elementos que nos mantendrán inquietos al deslizar las páginas.
En lo referente a los personajes, las alumnas están muy bien seleccionadas para que haya un contraste y se haga aún más interesante la historia, teniendo ganas de conocerlas y de ver cómo les está afectando la casa y lo que está sucediendo en la escuela de Blackwood.
En mi caso, no diría que pasé miedo al leer el libro sino, inquietud por ver cómo se desarrolla la historia. Las casi 240 páginas se leen prácticamente de una sentada y no dejas de hacerte preguntas hasta casi el final de la historia.
Además, al haber visto la película, ya sabía el final, un hecho que no me ha impedido disfrutar del libro. La novela es bastante mejor que su adaptación cinematográfica (como suele pasar en la mayoría de los cosas) y disfrutas de sensaciones que la película, en hora y media que dura, no logra transmitirte. Además, la novela se presenta más verosímil que la película.
A pesar de que lo habitual en mí es ver una película basada en un libro después de haberlo leído, la experiencia no ha sido negativa para nada. Tengo que decir que Uma Thurman es un total acierto para interpretar a Madame Duret. Me ha cuadrado perfectamente al leer el libro.
Saber el final de una historia, no quiere decir que no puedas disfrutar de cómo te la cuentan. Y creo que el cine y los libros tienen formas muy diferentes para presentarte una determinada historia. En este caso, el libro es más completo pero que la película también se deja ver y entretiene.
En definitiva, os recomiendo que os adentréis en ese mundo “de voces” que nos ofrece Blackwood, acompañéis a Kit en su aventura peligrosa entre el mundo real y el de los sueños, y disfrutéis de un misterio con un estupendo desenlace.
Eso sí, intentad salir de Blackwood antes de que os haya engullido, transformado y sea demasiado tarde…