«Títeres de la Magia», una nueva aventura mágica e inolvidable

Titeres de la Magia - Iria G. Parente y Selena M. Pascual PortadaReseña por Esther Rincón

«Títeres de la magia» de Iria G. Parente y Selene M. Pascual es un spin-off de «Sueños de Piedra», ambas historias ambientadas en Marabilia y que tienen en común dos cosas: la primera es que sus personajes fascinan a los lectores desde las primeras páginas y la segunda es que dejan al lector con ganas de más cuando llegas al final.

Pero empecemos por el principio. Esta es la historia de Clarence y Hazan. Clarence es el tutor de Hazan en la torre de Idyll, un gran nigromante que vive acomodado dentro y no tiene intención de salir al exterior. A Hazan, todos le conocemos. Tiene 4 años más desde que terminó su primera aventura y ha crecido pero sigue siendo el chico inocente de siempre. La torre a veces le parece asfixiante y desea ser el protagonista de sus aventuras y no un mero espectador.

La paz de Marabilia se ve turbada por la aparición de venenos tan letales que aún no han conseguido un antídoto. Ante el aumento de víctimas, Clarence y Hazan se ven envueltos en una carrera para encontrar a los responsables de su creación e intentar hallar un antídoto.

Así es como podríamos decir que comienza «Títeres de la magia». Durante su lectura vemos cómo evolucionan los personajes de Clarence y Hazan y volvemos a encontrarnos con Lynne y Arthmael. Debo decir que si algo caracteriza a sus autoras, Iría y Selene, es la profundidad de sus personajes. La historia tiene una narración ágil y consiguen siempre que el lector siga el hilo de la misma, y a la vez sepa en todo momento que están sintiendo los personajes.

Siguiendo la estela de su predecesor, en este libro también encontramos mensajes importantes que conviene destacar. La necesaria normalización de las preferencias sexuales, y aunque no tan evidente, la importancia de la perseverancia.

La lección es magistral, me ha encantado la forma de tratar la homosexualidad, con sencillez y lo más importante, demostrando que nada importa si hay sentimientos. La perseverancia con Clarence es algo patente desde el principio del libro. Comienza de una manera totalmente limpia y va digiriendo golpes, aunque éstos le cambien, y demuestra que no es más fuerte el que nunca pierde sino quien siempre se levanta y sigue adelante.

Asimismo, me ha parecido muy original que los nigromantes puedan ver las auras de las personas y poder saber lo que han sufrido y las veces que se han recompuesto, así como la expresión del amor en las auras.

No puedo terminar sin mencionar a Ariadne, un personaje muy complejo que al principio no me gustó mucho pero que al final consigo comprender y querer.

Para los que se pregunten si «Títeres de la magia» supera a «Sueños de Piedra», siento deciros que no tengo respuesta, no podría quedarme únicamente con uno de ellos sino que recomiendo los dos muchísimo. Lo que sí puedo decir es que es un libro que va a gustar a lectores de cualquier edad, con lecciones de vida y mucha magia. Mi ejemplar esta lleno de post-it y muy subrayado porque tiene frases que merece la pena recordar. Además, como es habitual con la editorial Nocturna, la edición es preciosa, tanto la portada como los dibujos que marcan los capítulos.

Os dejo unas frases del epílogo que son muy representativas:

«En la historia, los actos de amor
son los primeros en ser olvidados (…)
Nadie recuerda que los verdaderos héroes no dejan sus nombres grabados con oro en los velos que visten la historia, porque esos se van del mundo de puntillas, sin hacer ruido.»


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