Los fresones rojos

15958gReseña por Esther Rincón

El Policía Nacional Moisés Guzmán recibe una inusual oferta: pedir una excedencia y dedicarse a investigar un crimen cometido en Barcelona hace trece años, el asesinato del matrimonio Bonamusa y la desaparición de Alexia, su hija de tres años. Pronto Moisés se da cuenta de que no es el primer investigador que se ocupa de este caso y que todos sus antecesores están casualmente muertos.

Estaban Navarro empezó a darse a conocer por sus novelas autopublicadas. El éxito de crítica y de descargas han hecho que pueda cumplir el sueño de ver sus libros en papel.

Después de leer la sinopsis es difícil no empezar la novela ya que se promete interesante y después de leerla puedo afirmar que no defrauda. La historia comienza poco a poco, ambientando al lector en una comisaría de Huesca donde Moisés lleva años realizando el mismo trabajo sin apenas novedades hasta que aparece Eusebio Mezquita con una extraña pero no menos interesante oferta de trabajo. Después de aceptarla, la novela empieza un ritmo vertiginoso que te obliga a ir leyendo capítulo a capítulo para descubrir que ha pasado con la pequeña Alexia, que de estar viva tendría 16 años.

“Los fresones rojos” se aleja de la típica trama de policía que hace lo posible y lo imposible para descubrir un caso que tiene todas las pistas aguardando a ser resueltas, sino que es una trama real. Durante el libro seguimos los pasos de Moisés, cómo va descubriendo detalles y cómo va acercándose a la solución de una forma tan absolutamente cotidiana que el lector puede imaginarse que es el protagonista.

A pesar de las numerosas novelas negras que existen actualmente, ésta tiene un par de aspectos que no es fácil encontrar en el resto: el primero de ellos es la realidad que desprende por el conocimiento que tiene el autor de los procedimientos de investigación policiales. Tanto la información que consigue Moisés como sus actuaciones son las que rigen a un verdadero policía y el lector es consciente de que en este libro no se va a encontrar con “pistas” preparadas por el secuestrador para encontrar la verdad.

El segundo aspecto que me parece interesante destacar es la trama, de apariencia simple se va enredando capítulo a capítulo hasta llegar al final. Como buena aficionada a la novela negra he leído muchas  y suelo encontrar puntos en común entre varios libros, pero no en este caso que la historia principal no me recuerda a ninguna otra novela.

La novela está desarrollada en 42 capítulos cortos, muy ágiles de leer. Moisés Guzmán es un personaje que aparece en varias novelas de Esteban Navarro pero eso no implica que se tengan que leer en un orden determinado ya que no se pierde información de una novela a otra. Me ha gustado el atrevimiento del autor a la hora de criticar los problemas que pueden surgir cuando no sé sabe con seguridad quién es el responsable de la investigación, si la Guardia Civil, la Policía Nacional o los Mossos d´Esquadra.

Sin duda, una novela interesante, muy trabajada y que nos descubre a un nuevo autor de este género.

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