Hacía tiempo que no leía un libro de este estilo, me refiero de suspense sin llegar a ser novela negra o policíaca propiamente dicha. Es una historia que te atrapa desde prácticamente el primer capítulo, del estilo de la reina del suspense Higgins Clark.
Susan Jackson es una mujer feliz hasta que su hija Charlotte, que acaba de cumplir 15 años, entra en coma tras un accidente. La preocupación por su niña aumenta cuando descubre en sus diarios la frase de “esconder este secreto me está matando” y comienza a pensar si no habrá sido un intento de asesinato.
La locura por intentar saber qué le pasaba a Charlotte aumenta con cada nueva cosa que descubre o le cuentan sus conocidos.
¿Averiguará Susan los secretos de su hija? ¿Podrá adivinar a través de sus palabras el rostro de alguien a quien realmente no conoce? Sin embargo, el peligro es que Susan descubrirá aspectos que no son de su hija solamente, sino también propios.
Destacaría varias cosas de este libro: la historia que me sorprendió por su originalidad, por los giros y las sorpresas que vamos descubriendo poco a poco. Me gusta la estructura en dos líneas temporales. Siempre aporta frescura a la lectura y una cantidad enorme de información que se solapa en ambos tiempos.
Hasta un punto muy avanzado del libro no empecé a sospechar por dónde iban los tiros de la historia, algo muy bueno, acostumbrados como estamos a saber casi desde el principio las líneas generales.
La opinión es muy positiva, me ha gustado y mucho. Me ha durado tan solo dos días porque una vez que entras en la historia de Susan y Charlotte no puedes parar hasta averiguarlo todo. Un libro bien planteado y bien escrito.
Sin ninguna duda, me leería más libros de C.L. Taylor hasta ahora desconocida para mí.
Aquí tenéis más detalles sobre el libro y la autora. Pincha.